#SomosPLECA | Juan Ignacio Orúe | Un obrero de la corrección

Periodista y redactor, Juan Ignacio Orúe llegó al campo profesional de la corrección gracias a su curiosidad por el conocimiento, al que podía acceder por medio de la palabra escrita.

Contanos un poco sobre vos.

Mi nombre es Juan Ignacio Orúe, estudié Ciencias de la Comunicación en la UBA y básicamente soy periodista y redactor. Trabajé en el diario El Cronista Comercial y en editoriales y revistas de España, además colaboré y colaboro en diversos medios de la Argentina, Latinoamérica y Europa. Publiqué con mi amigo Martín Latorraca una biografía sobre el escritor argentino Andrés Rivera, que se llama El obrero de la literatura (Sudestada, 2019). Actualmente, escribo en un medio digital turístico en Mallorca.


¿Cómo llegaste a este campo profesional?

Desde siempre me gusta leer y escribir. Recuerdo que de niño miraba cómo mi padre leía el diario con suma concentración. De a poco incorporé ese gesto con naturalidad. Y devoraba el diario cada día. Por la noche, cuando él volvía de trabajar, le preguntaba lo que no entendía. Todo eso con el tiempo me llevó a interesarme en la corrección, en intentar mejorar mis textos y en editar textos de colegas. La curiosidad por el conocimiento a través de la palabra escrita me acercó a este campo profesional.


¿Cuál es la mayor equivocación o confusión en torno a la corrección?
La mayor confusión es pensar que un buen lector puede ser un corrector. Leer, por supuesto, es fundamental; pero no suficiente. Creo que es necesario conocer manuales de corrección, hacer cursos de estilo y ortotipografía, sumergirse en el mundo de la lengua y, si uno tiene la suerte de trabajar en una editorial, acercarse a los correctores experimentados. Diría también estudiar Letras o carreras por el estilo, pero es cierto que al mundo de la corrección llegan, llegamos, colegas desde diversos ámbitos. La formación es muy importante. No acaba nunca.

“Al mundo de la corrección llegan, llegamos, colegas desde diversos ámbitos. La formación es muy importante. No acaba nunca”.

¿Qué herramientas o recursos no te pueden faltar?

Un lápiz negro, biromes de colores, una computadora con los programas para corregir en pantalla y algunas “biblias”: El arte de escribir bien en español (García Negroni), Curso práctico de corrección de estilo (Rodríguez Vida) y Escribir, editar y corregir textos (Pérgola). También las webs de Fundéu y la RAE.

¿Por qué te asociaste a PLECA?

Porque me interesa vincularme con colegas más experimentados. Se aprende mucho con los intercambios por correo electrónico, los cursos virtuales y con las charlas sobre diversos temas que ofrece la comunidad. En un correo del boletín de PLECA me enteré de un curso sobre UX Writing que ofrece la UTN. Me acabo de anotar, parece muy interesante. También estoy muy entusiasmado con el curso de macros para Word. Espero poder hacerlo en algún momento.

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