Nuestras intervenciones textuales

Por Alejandra P. Karamanian*

Podemos aventurar y decir que quienes nos dedicamos a la corrección (o revisión, ya veremos…) llevamos a cabo una amplia variedad de intervenciones textuales según el encargo de la persona que contrata nuestros servicios. Y como nos encanta ponerles nombre a las realidades que nos rodean, usamos términos como corrección, a la manera de un hiperónimo, que incluye, a modo de ejemplo, los hipónimos revisión, adaptación posedición, recreación. Todas estas palabras intentan alcanzar un mismo objetivo: elaborar un texto correcto no solo desde la normativa, sino también un texto adecuado desde la pragmática. Y para esta tarea, adoptamos un enfoque multidisciplinar que nos permita darles el mejor tratamiento posible.

En los últimos años, la producción de textos traducidos es cada vez mayor gracias a las nuevas tecnologías acompañadas de sus nuevas formas de publicación digitalizada y al acceso a la lectura que las diversas plataformas nos ofrecen. Este flujo de información traducida necesita de una revisión para adaptarla, adecuarla, personalizarla teniendo en cuenta el marco sociolingüístico, cultural y funcional en el que se inserta.

Y como habíamos dicho que solemos hacer uso de un metalenguaje que nos identifica como profesionales de la corrección y de la revisión, estas son las tareas que podemos llevar a cabo: revisión bilingüe/revisión monolingüe, posedición, y adaptación.

1. La revisión bilingüe / la revisión monolingüe

En las organizaciones internacionales, la corrección de un texto traducido recibe el nombre de revisión. Quien lleva adelante la revisión puede actuar ante dos situaciones, según corrija el texto traducido con el texto de partida, o únicamente corrija el texto de llegada. En el primer caso, la intervención recibe el nombre de revisión bilingüe y, en el segundo, de revisión monolingüe. Y usamos ‘texto de partida’ y no ‘texto fuente’ o ‘texto original’ porque no sabemos a ciencia cierta si el texto ya ha sido traducido o revisado, pero de lo que sí tenemos seguridad es que partimos de un texto, ‘texto de partida’ para llegar a otro ‘texto de llegada’.

2. La posedición

La traducción automática ha irrumpido en el mundo de la traducción de manera cada vez más contundente; por tanto, ya no podemos quedar indiferentes ante este escenario traductor.

La posedición consiste en aprovechar todo lo que se pueda el resultado que arroja el motor de traducción automática y asegurarnos de que se cumplan las condiciones del encargo que hayamos negociado con el cliente. Hoy contamos con tres tipos de motores: la traducción automática basada en reglas, la traducción automática basada en métodos estadísticos y la traducción automática basada en redes neuronales. Estos últimos motores son más utilizados en la actualidad, tales como Google Translate, Microsoft, Deep o Modern TM.

Ya desde hace décadas que organismos e instituciones internacionales, tales como la Comisión Europea o la Organización Panamericana de Salud, cuentan con sus propios programas de traducción automática. Ahora bien, esos textos resultantes de la traducción automática son publicados con la advertencia de que, en caso de que sea necesario un producto final de calidad, la traducción profesional quedará en manos de una persona que pueda poseditarlo a tal fin.

3. La adaptación

Con el acceso a diferentes dispositivos de lectura electrónica o digital, se vuelve imprescindible saber las pautas básicas para que quien nos lee no nos abandone dos segundos después de haber hecho clic. Se trata de adaptar el texto traducido a un nuevo entorno, en especial a los medios digitales. Así pues, más que nunca, debemos ser breves, escribir con claridad, usar marcas de jerarquización textuales, recurrir a párrafos cortos, a la vez que debemos procurar una sintaxis simple y un léxico que sea de alta legibilidad y comprensión para la mayor cantidad de lectores posible.

Podríamos nombrar, como ejemplo, la revisión de subtitulado en el campo audiovisual. Además de ocuparnos de otros temas tales como la segmentación de sentido, la segmentación geométrica, el tono, el registro, la ambientación, y un largo etcétera que mucho se relaciona con aspectos pragmáticos, también adaptamos nuestra escritura a una determinada cantidad de caracteres según la guía de estilo o las indicaciones de quien nos contrata. En este ejemplo de un subtítulo de dos líneas, adaptamos la traducción a los 42 caracteres según la guía de Netflix.

Mamá, un segundo de silencio, (29 caracteres)

así puedo tomarte y ver cómo está la presión. (44 caracteres)

Mamá, un segundo de silencio, (29 caracteres)

así puedo tomarte la presión. (28 caracteres)

Para concluir con estas cuestiones terminológicas, puntualizamos que en todas estas intervenciones textuales subyacen los siguientes denominadores comunes en beneficio de la comunicación: garantizar la calidad informativa y lingüística, tanto en su contenido como en su forma; alcanzar el objetivo de la comunicación: informar, describir, exponer, argumentar; procurar por una escritura clara; considerar la función del texto y las expectativas de la audiencia; cumplir con el encargo o especificaciones del cliente.

Las personas que se dedican a la corrección, revisión, adaptación y posedición se forman de manera continua y —sobre todo y más allá de todo— de manera apasionada, para llevar a cabo su tarea.

* Alejandra P. Karamanian es traductora pública, correctora internacional de textos, especialista en enseñanza de español para extranjeros. Sus idiomas de trabajo son el español, inglés y francés. Es directora de APK Tradux (apktradux.com). Trabaja de forma autónoma para organizaciones nacionales y extranjeras, forma parte del equipo docente de la AATI y dicta cursos de español para extranjeros para un instituto de París. Participa como ponente en congresos y universidades sobre temas de traducción y corrección. Es integrante de AATI, CTPCBA, PLECA y NETA. El 10 de diciembre de 2021, fue elegida miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) para la Argentina.

Etiquetado , , , .